
Cárcel fría
Ésta es mi respetuosa palabra
éste es mi respetuoso corazón
ya ves la rabia de mi corazón
ya ves mi indignación
acompañada de una sagrada flor
acompañada de una sagrada azucena
acompañada de una gallina
junto con una pila de tortillas
para que se abra la cárcel
para que se libere la cadena
de los pies del linaje
de las manos del linaje
acompañada de una botella acompañada de un vaso.
Ya los he puesto en orden
ya los he dispuesto en fila
bajo tus pies
bajo tus zapatos.
Que aumenten cuando lleguen
que se multipliquen cuando lleguen
sobre su mesa
que salga de la cárcel
que salga del encierro
donde le infligieron el frío
que sus palabras queden detenidas
que sus corazones queden contentos
con esta botella
con este vaso
con un tequila de Castilla
con un aguardiente de Castilla
para enderezar
para levantar
la sagrada vida
el sagrado ciclo.
✳︎
En el presente rezo, un alma ch’ulel que habita el Cerro de las Almas del linaje ha sido juzgada por los ancianos, encontrada culpable y encarcelada en una prisión en el mismo sitio, lo cual acabará por enfermar al cuerpo carnal en el mundo ordinario.
[…] El razonamiento del chamán en el canto, al dirigirse a las divinidades, es que el alma ha sido injustamente encarcelada. Lo que desean en realidad los ancianos del Cerro de las Almas —sugiere— no es hacer justicia, sino obtener las ofrendas de los humanos a cambio de la liberación del alma. La escena que presenta el canto es la de una fiesta organizada por los cargos para celebrar y consumir la llegada de las ofrendas.
[…] Los productos del banquete los proporciona el chamán desde su altar: un pollo, pilas de tortillas, abundante licor y también granos de cacao quemados en el incensario. El semblante de los carceleros del frío se “iluminará” al recibir estas sustancias; sus “palabras quedarán detenidas” y “su corazón contento” y el alma, es de esperar, será liberada.